En los últimos años, los peligros de la producción de humo y gases tóxicos por combustión han recibido un reconocimiento mucho mayor. Dado que la quema de una gran cantidad de polímero representa una combustión rica en combustible, produce grandes cantidades de monóxido de carbono tóxico y humo negro rico en carbono, lo que provoca la muerte e inhibe el escape del entorno de combustión.  El problema de la supresión del humo aún no se ha resuelto satisfactoriamente, porque las demandas de retardo de la llama y reducción del desarrollo de humo son principalmente de naturaleza antagónica. La mayor parte del trabajo de desarrollo de los supresores de humo se ha llevado a cabo en el campo del PVC. Para este polímero, el trihidrato de aluminio altamente disperso se usa ampliamente como retardante de llama y supresor de humo. Los boratos metálicos de trióxido de antimonio (borato de bario, borato de calcio y borato de zinc) son buenos reductores de humo. El borato de zinc de fórmula 2ZnO: 3B2O3: 3.5H2O ha mostrado el mejor efecto con respecto a la reducción de la inflamabilidad y la reducción del desarrollo de humo del PVC. Es posible reducir significativamente el desarrollo de humo del PVC rígido añadiendo cantidades bastante pequeñas de óxido molibdico. Por ejemplo, el 2% de óxido molibdico reduce la densidad del humo a aproximadamente un 35%, pero no disminuye el valor del índice de oxígeno limitante del PVC rígido. Se han propuesto varios métodos para la determinación de la densidad del humo. Los valores reproducibles se obtienen con el método de laboratorio elaborado por la Oficina Nacional de Normas, mediante el cual una muestra de 7,6 x 7,6 cm se calienta por radiación. A continuación, se mide ópticamente la densidad del humo.