Cepillo de dientes
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Cepillo de dientes
Consiste en un cuerpo o mango aproximadamente recto en uno de cuyos extremos (o cabeza del cepillo) se encuentra un denso conjunto de cerdas perpendiculares al cuerpo que facilita la limpieza de áreas de la boca difíciles de alcanzar. La estructura en cuanto a la forma de los cepillos de dientes es bastante estándar, sólo varían en cuanto a colores, tamaños y diseños. Pero todas se caracterizan por tener un mango alargado donde en un extremo hay un conjunto de cerdas (de plástico o de fibra) que cumplen la función de retirar impurezas de los dientes como restos de comida y sarro (acumulación de sales). Los cepillos de dientes fueron inventados por los antiguos chinos que los fabricaban con cerdas de jabalí. Luego se fueron utilizando otros materiales y en la década de 1940 aparecieron las cerdas de nylon. Los mangos suelen estar hechos de distintos tipos de plásticos, como el PP, PS y HIPS, y a veces contienen partes de SEBS.
Cuello: Es la parte que le precede al mango con un diámetro más delgado y de forma ergonómica existen en el mercado varios diseños como recto, angulado, en estribo y en estribo-angulado, para una mejor experiencia de lavado.
Cabeza: Es el área más importante del cepillo de dientes, en ella estarán depositados los filamentos, y al efectuar una fuerza propia del cepillado, esta cumplirá la función de limpieza de los dientes, encías, lengua y las zonas de más difícil acceso. Podremos ver cepillos de dientes en punta cuadrada, ovalada en forma diamante entre otras. Algunos productos tienen en la parte posterior pequeños mecanismos que sirven de “limpia lengua” para un lavado mucho más completo.
Diseño del mango
El diseño del mango es importante y diferente. Debe abarcar toda la amplitud de posiciones y agarre para el proceso de afeitado, así como amplitud de posiciones y agarre para el proceso de afeitado, así como tostar el control, sobre rastrillo y la hoja. El mango debe permitirte cambiar de posición, ponértelo fácil y mantener un agarre excelente tambien cuando este mojado. Para alcanzar este fin el mango está fabricado en polipropileno o poliestireno sobrio inyectado con un elastómero termoplástico TPE con excelente acabado de polipropileno. Para asegurar un buen agarre en un mango, debe existir suficiente fricción entre la mano y el mango. Las herramientas manuales deben estar hechas de materiales antideslizantes. Los mangos de SEBS con textura brindan un buen agarre, reducen el esfuerzo necesario para usar la herramienta de manera efectiva y evitan que la herramienta se resbale de la mano. El uso de TPE para agarres suaves de rastrillo le permite tener un agarre cómodo y firme. Su mano no se deslizará, lo que le permitirá experimentar un mayor grado de control y seguridad. Se recomiendan los mangos sobre-inyectado de SEBS. En el caso del mango del rastrillo el elastómero sobre-inyectado tendra un enlance mecánico. Mexpolimeros puedes apoyarlo surtiendo a grade especial de SEBS EB A40FC para rastrillo de barba. Nuestro SEBS EB A40FC brinda con la mejores caracteristicas de agarre e resitencia.
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Filamentos: También se le conoce con el nombre de cerdas (fibras sintéticas), son la parte del cepillo de dientes más dinámica; esta se encarga de llegar a los lugares más recónditos, buscar, quitar y eliminar cualquier cuerpo extraño entre los dientes, algunos productos tienen como un plus la posición de direcciones de las cerdas (convergentes y divergentes) para mejorar la higiene bucal.
Tipos de filamentos: La estructura de un cepillo es simple: está formado por un mango, un cuello y un cabezal en el que se insertan los filamentos. Es importante que los filamentos sean de la mejor calidad, con puntas redondeadas y una terminación fusiforme para poder llegar hasta los rincones de más difícil acceso. Los filamentos (fibras de tipo sintético) suelen estar fabricados con nailon, un material de dureza controlada que permite un mejor redondeado de los extremos de los filamentos en comparación con otros materiales, como, por ejemplo, el poliéster. Es importante que los filamentos sean de la mejor calidad, filamentos, con puntas redondeadas y una terminación fusiforme para poder llegar hasta los rincones de más difícil acceso. Algunos cepillos disponen en la parte del cabezal de una zona de filamentos más agrupada llamada zona monotip, que ayuda a desorganizar el biofilm oral más resistente.
Historia del Cepillo de Dientes
El hombre, en los tiempos primitivos, buscaba la forma de poder quitarse restos de comida entre los dientes, utilizo desde pelos, plumas y púas de animales, hasta mascaba hierbas (con propiedades antisépticas) para tener buen aliento. De acuerdo a estudios e investigaciones el origen del cepillo de dientes llega del Asia en el año de 1498 y fue insertado en Europa gracias a los mercaderes y comerciantes que traían productos de todos lados. Con el correr de los años empresas americanas y europeas sacaron al mercado los clásicos cepillos que hoy en día podemos ver una gran diversidad de marcas y diseños. Probablemente tu respuesta sea no, y únicamente pensarlo te produce verdadero asco, pero nuestros antecesores no tenían otra opción. En 1498 un emperador chino mandó realizar un cepillo confeccionado con pelo de puerco salvaje y hueso. Para las cerdas se utilizó el pelaje de puercos o jabalíes de clima frío, ya que este tenía mayor dureza, se juntaba y se cosía a pequeños huesos que servían como mango. Este cepillo se empezó a distribuirse en el continente europeo, sin embargo, no tuvo mucha popularidad porque las cerdas eran muy duras y llegaban a lastimar las encías. Los europeos comenzaron a usar el pelo de caballo, pues este no era tan agresivo para la higiene bucal. Los cepillos representaban un producto caro al alcance de pocos, además tenían poca durabilidad debido a que las cerdas se desprendían con facilidad y quedaban dentro de la boca del usuario. Otro aspecto desfavorable era que el pelaje utilizado, un elemento bastante poroso y con mucha humedad, favorecía el tener un alto cultivo bacteriológico. Los árabes, en cambio, utilizaban pequeñas ramas del arbusto Salvadora pérsica, también conocido como árbol de Arak, que al masticarlas por un tiempo se iban deshilando y así las podían utilizar para tallarse los dientes. Un beneficio extra de este árbol es que su madera incluye un alto contenido de flúor, elemento que ayuda a la higiene bucal. No es sino hasta el siglo XX que Wallace Hume Carothers inventa el nilón y le da un gran giro a la industria de la higiene bucal. En 1938 se lanza el primer cepillo de dientes con cerdas de nilón, que es un material menos propenso al cultivo bacteriológico y amable con las encías. Sumado a esto, los costos disminuyeron notablemente, por lo que este cepillo estuvo al alcance de toda la población. Años más tarde se inventa el cepillo eléctrico. En un principio se creó pensando en personas con habilidades motoras limitadas, pero con el paso del tiempo, en 1987, llega de manera masiva a todos los hogares.