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¿De dónde viene nuestro plástico Post-industrial (PIR)?
- Bajo el capó
- Interior del vehículo
- Exterior del vehículo
- Transmisión
- Dirección
- Estructura
El proceso de reciclaje incluye diversas etapas cruciales:
- Recolección y clasificación: Aquí, se separan las piezas que contienen polímeros de otros materiales. Esto puede ocurrir en centros de reciclaje o plantas especializadas.
- Limpieza: Para asegurar la calidad del material reciclado, se lleva a cabo un proceso de lavado. Esto implica eliminar cualquier tipo de impureza o contaminante que pueda estar presente en las piezas.
- Trituración: Las piezas de polímero se fragmentan mecánicamente en trozos más pequeños. Este paso es crucial para facilitar la manipulación del material durante las etapas posteriores del proceso.
- Extrusión: En esta fase, los fragmentos triturados se funden y se transforman en nuevos filamentos o se moldean para crear nuevos productos. Este paso es esencial para darle forma al material reciclado y formar productos listos para su uso.
LDPE (Polietileno de baja densidad)
Este tipo de plástico posee alta flexibilidad y transparencia, normalmente es usado en bolsas, envases de laboratorio, empaques para alimentos congelados, entre otras aplicaciones. Después de su reciclaje puede ser transformado en baldosas, contenedores, tuberías, etc.
HDPE (Polietileno de alta densidad)
Este polímero de plástico tiene la facultad de ser resistente a productos químicos, es un material con baja flexibilidad pero fácil de manejar y fabricar. Habitualmente lo encontramos como bolsas de supermercado, envases de leche o yogures y productos de limpieza. Una vez reciclado se utiliza para hacer botellas de detergente, envases de aceite o tubos.
PVC (Cloruro de polivinilo)
Estos materiales poseen una facilidad para desprender diversas toxinas, debido a esto, no son usados en la industria alimentaria, sin embargo poseen una fuerte resistencia a los ácidos, por lo cual, los podemos ver en tubos y cañerías, al igual que en envases para detergentes, suelas de zapatos, equipamientos médicos, etc.
PP (Polipropileno)
Este material posee las cualidades de ser duro y resistente al calor, sus componentes generan una barrera al vapor, por lo cual es el adecuado para crear envases aptos para microondas, tapas y envases de uso médico y veterinario, entre otras aplicaciones. Tras su recuperación, es común verlo transformado en cepillos, señales luminosas, cables de batería o bandejas.
PS (Poliestireno)
Este material también es propenso a emitir toxinas, sin embargo es rígido y de bajo costo. Lo encontramos en platos, cucharas, cajas de cosméticos y CDs, entre otros productos. Debido a su composición química, su recuperación no es práctica.
PET (Polietileno Tereftalato)
Este tipo de plástico es el más utilizado en envases alimentarios, debido a su ligereza y a su bajo costo de producción. Es un material altamente reciclable y luego de recuperarlo se pueden elaborar una gran variedad de productos como: muebles, piezas de automóvil y alfombras, entre otros.
Otros (Mezcla de otros plásticos)
El código de identificación número 7, articula una gran cantidad de plásticos no reciclables. Los vemos usualmente en DVDs, gafas de sol, algunos envases de alimentos y botellas de agua, entre otros productos.
La organización de las Naciones Unidas estima que cada año se crean 400 millones de toneladas de plásticos y 300 millones de toneladas de residuos plásticos; de estas últimas tan sólo se recicla aproximadamente el 14%.
Existen diversos modelos de reciclaje plástico, pero los principales son:
Reciclaje mecánico
En el reciclaje mecánico, también llamado extrusión, las piezas plásticas son cortadas en pequeños fragmentos o pellets. Estos son fundidos bajo presión y calor y moldeados bajo la forma deseada.
Reciclaje químico
Este modelo de reciclaje tiene como objetivo degradar los plásticos a través de catalizadores, calor, presión, oxígeno reducido y solventes, consiguiendo moléculas simples o vírgenes, con las cuales se crean nuevos productos.
Reciclaje energético
En el reciclaje energético los residuos plásticos son procesados para generar energía. Es decir, actúan como combustible para otros procesos. Finalmente, destacamos la necesidad de tomar conciencia sobre el consumo desmedido, la crisis de cambio climático y la contaminación de los ecosistemas, para que en nuestra cotidianidad contribuyamos en la solución de estas problemáticas por medio del consumo consciente, reciclando y haciendo una buena gestión de nuestros residuos.
Tres mandamientos
¿Cuáles son los mandamientos de la economía circular, las acciones que no se pueden ignorar? Curiosamente comparten la misma inicial:
- Reducir, es decir, producir bienes y servicios utilizando una menor cantidad de recursos de la naturaleza.
- Reutilizar, es decir, alargar la vida útil del producto en lugar de tirarlo al más mínimo signo de desgaste.
- Reciclar, es decir, disponer correctamente de los residuos para poder transformarlos en nuevos recursos.
Reducir
Según una reciente publicación se puede ayudar al medio ambiente mediante la fabricación de productos más inteligentes: hasta el 80% del impacto medioambiental de un producto se define en el momento de su diseño. Esto significa que durante la fase de diseño es posible influir en su contenido real de sostenibilidad teniendo en cuenta las materias primas, los procesos de fabricación y el destino del producto una vez agotada su función original.
Materias primas. Un buen comienzo es optar por materias primas con menor impacto ambiental en comparación con las "tradicionales" (artificiales, sintéticas, pero también naturales como el algodón, que requiere abundante agua y energía). Las posibles alternativas son diferentes y van desde materias primas orgánicas, pasando por recicladas y/o regeneradas, hasta las últimas "tecnológicas". También es importante racionalizar las materias primas porque, en pocas palabras, cuantos más componentes tenga un artículo, más difícil será deshacerse de él.
Procesos de fabricación. La pregunta que cabe plantearse, en este caso, es si es posible (y cómo) revisar los procesos de transformación de materias primas en productos terminados, por ejemplo reduciendo la huella hídrica, implementando un sistema de gestión de químicos más respetuoso con el medio ambiente, minimizando los residuos de producción. , etc.
Fin de la vida. También en este caso es necesario planificar con antelación, evaluando ya en la fase de diseño cómo avanzar en la eliminación del producto de acuerdo con los principios de la economía circular, es decir, cómo recuperar, reciclar o reutilizar en lugar de destruir.
Reutilizar
Si una prenda es de buena calidad, puede durar años y ¡esto es lo que marca la diferencia en términos de impacto ambiental! Para dar una idea, bastaría con duplicar la media de veces que se usa cada prenda para reducir las emisiones a la atmósfera en un 44%. La consecución del objetivo también está ligada a la fortuna de modelos alternativos capaces de satisfacer no sólo las necesidades primarias vinculadas a la compra de un vestido -protegerse del frío o salvaguardar el sentido del pudor, por ejemplo- sino también la necesidad legítima para expresar a través de la ropa tu identidad, declarar pertenencia a un grupo, hacer un regalo a un ser querido o simplemente premiarte con algo bonito. Ahora bien, hacer evolucionar el sector hacia la circularidad no significa descuidar estas necesidades, sino simplemente satisfacerlas de otra manera.
Reciclar
Reciclar significa transformar residuos (plasticos, en nuestro caso) en productos aptos para un nuevo uso. Una definición simple para un tema complejo tanto en términos conceptuales como técnicos, hasta el punto de generar interpretaciones erróneas como aquella en la que la práctica del reciclaje se asimila de vez en cuando al modelo de economía circular -evidentemente un tema mucho más amplio- o al proceso de up-cycling, que en realidad significa reutilizar objetos para crear un producto de mayor calidad, ya sea real o percibida. Otra distinción que a menudo se pasa por alto es la que existe entre reciclaje mecánico y reciclaje químico.
Ventajas de utilizar plástico post-consumo para fabricar envases de plástico
- Reducción de la cantidad de plástico desperdiciado: Utilizar plástico post consumo permite darles un nuevo uso a los desechos plásticos, evitando así que se acumulen en vertederos o contaminen el medio ambiente.
- Ahorro de recursos naturales: Utilizar plástico reciclado reduce la necesidad de extraer y procesar materias primas vírgenes, como el petróleo, lo que puede suponer un ahorro de energía y agua.
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero: Al parecer el proceso de fabricación de plástico post consumo genera menos emisiones de CO2 en comparación con la producción de plástico virgen.
- Mayor conciencia ambiental: Utilizar envases de plástico reciclado puede ayudar a promover la conciencia ambiental entre los consumidores y fomentar una economía circular.