Es esencial que los compuestos poliméricos estén libres de agua y otros solventes de bajo punto de ebullición. Un pequeño volumen de agua puede generar vapor que tenderá a quedar atrapado dentro del compuesto durante la etapa de procesamiento. Esto ampliará la descompresión de la masa fundida en las últimas etapas del proceso, lo que provocará huecos en el producto terminado. Estos huecos a veces se aplanan por cizallamiento durante el flujo del polímero, lo que lleva a superficies reflectantes conocidas como "marcas de mica". A veces, el agua puede estar presente en la superficie del compuesto y se elimina fácilmente. En otros casos, el agua puede ser absorbida por el cuerpo del polímero y son necesarios largos períodos de secado. En términos generales, cuanto mayor es la temperatura de procesamiento, menor es el nivel tolerable de agua en el compuesto, ya que las temperaturas más altas generarán mayores volúmenes de vapor con una masa fija de agua. Por ejemplo, cuando los policarbonatos se procesan a aproximadamente 300°C, el contenido de agua debe ser inferior al 0,02%, mientras que con acetato de celulosa procesado a aproximadamente 170°C a veces puede tolerarse hasta un 0,3%. Los compuestos basados ​​en polímeros que no son en sí mismos higroscópicos a veces pueden causar problemas debido a los aditivos higroscópicos.