La prueba de resistencia al impacto a la tracción se desarrolló para superar las deficiencias de las pruebas de impacto a la flexión (Izod y Charpy). Las variables de prueba, como la sensibilidad a la muesca, el factor de lanzamiento y el espesor de la muestra, se eliminan en la prueba de impacto de tracción. A diferencia de las pruebas de impacto de péndulo tipo Izod-Charpy, que se limitan solo a especímenes gruesos, la prueba de impacto de tracción permite al usuario determinar la resistencia al impacto de especímenes muy delgados y flexibles. Muchas otras características de los materiales poliméricos, como la anisotropía y el efecto de orientación, se pueden estudiar mediante el uso de la prueba de impacto de tracción. El trabajo de desarrollo inicial en probadores de impacto de tracción incluía el tipo de configuración de muestra en la base. Este método fue excluido por el Comité D-20 de ASTM debido al problema inherente de la corrección y repetibilidad del factor de lanzamiento. La presente prueba de impacto de tracción aceptable consiste en un tipo de configuración de espécimen en la cabeza. En este caso, la muestra se monta en el péndulo y alcanza la energía cinética total en el punto de impacto, eliminando la necesidad de corregir el factor de lanzamiento. La energía a romper por impacto en tensión viene determinada por la energía cinética extraída del péndulo en el proceso de rotura de la probeta. La configuración de la prueba requiere montar un extremo de la muestra en el péndulo con el otro extremo sujetado por una cruceta, que se desplaza con el péndulo hasta el instante del impacto. El péndulo se ve afectado únicamente por la fuerza de tracción ejercida por la muestra a través del centro de percusión del péndulo.