Los ambientes líquidos pueden tener efectos positivos y negativos sobre las propiedades de los materiales poliméricos. Algunos productos químicos o disolventes pueden tener efectos perjudiciales sobre un componente polimérico. Puede verse que la vida útil de los tubos en contacto con el isooctano y el isopropanol se ha reducido significativamente en comparación con los tubos en contacto con el agua. Los datos medidos para las tuberías que contenían isooctano muestran claramente una reducción de la pendiente con un límite de resistencia visible, lo que permite hacer predicciones de larga duración. Por otro lado, las muestras de isopropanol no exhiben tal reducción de pendiente, lo que sugiere que el isopropanol es un ambiente dañino que actúa como agente de disolución y conduce a la degradación gradual de la superficie del PVC. La cuestión de si una sustancia química es dañina para un material polimérico específico debe abordarse si el componente polimérico se va a colocar en un entorno posiblemente amenazante. De manera similar a las soluciones de polímeros, una reacción química entre un polímero y otra sustancia se rige por la ecuación de energía libre de Gibbs. Si el cambio de entalpía, ∆H, es negativo, se producirá una reacción química entre el polímero y el disolvente.  Cuando la diferencia absoluta entre el parámetro de solubilidad del poliestireno, que es 9.1 (cal/cm3) 1/2, y el parámetro de solubilidad del solvente disminuye, la vida a fatiga cae significativamente. Cabe señalar nuevamente que algunas sustancias tienen más probabilidades de ser absorbidas por el polímero que otras. Un polímero que se encuentra en un ambiente soluble tiene más probabilidades de generar grietas por tensión y fallar. El agrietamiento por tensión ambiental o la corrosión por tensión en un componente de polímero solo ocurre si existen grietas o microfisuras.