Muchas cosas han pasado desde que se inventaron los primeros coches a principios del siglo XX; estos eran arrancados con básicas manivelas, que conseguían ponerlos en marcha con un gran esfuerzo, pero que no aportaban ningún tipo de seguridad. Después comenzaron a utilizarse llaves un poco más modernas para accionar el motor de arranque. Su seguridad se limitaba a su dibujo y a su perfil; no fue hasta los primeros años del siglo XXI cuando se empezaron a fabricar y a utilizar de forma habitual las llaves con la tecnología transponder. Su uso masivo se había iniciado en Alemania en los años 90, incentivado por el aumento de robos de vehículos. La llave de un carro moderno tiene, además de las guardas para operar la cerradura y los mandos de las puertas, un transponder que confronta la información con el computador del vehículo cada vez que este se enciende. Si pierde el chip, el auto queda varado.  La mayoría de los sistemas ahora vienen con "llaves" remotas que usan pilas pequeñas tipo botón y pueden tener un LED que muestra cuándo se envía la señal; operan con un solo vehículo. La mayoría de las alarmas instaladas de fábrica se combinan con el sistema de cierre centralizado de puertas. Esto permite la instalación mencionada en una sección anterior conocida como 'bloqueo perezoso'. Al presionar el botón en la unidad remota, además de configurar la alarma, se cierran las ventanas y el techo corredizo, y se bloquean las puertas. Un código de seguridad en la unidad de control electrónico del motor es un poderoso elemento disuasorio. Esto solo se puede "desbloquear" para permitir que el motor arranque cuando recibe una señal codificada. Muchos fabricantes utilizan una llave de encendido especial, que está programada con la información requerida, incluso la tecla 'cortar' correcta no arrancará el motor. El aumento de la sofisticación de las llaves del carro, generalmente significa nuevas oportunidades para las llaves de plástico. Esta es un área en la que compiten varios materiales de rendimiento, especialmente ABS, ABS/PC, PA6, PA 66. La selección debe basarse en algunas diferencias bastante intrincadas en el equilibrio de propiedades.