Volantes
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Volantes
El primer volante con forma circular era una pequeña rueda de madera con radios y empuñadura de metal, para facilitar el giro. En la década de los 30 es cuando se comienza a ver un cambio en el desarrollo de esta pieza tan importante para la conducción, a partir de esta época se comienzan a añadir nuevas funciones como el acelerador manual y el avance de encendido. Pocos años después se incorpora la bocina eléctrica en el centro del volante y algunas marcas agregan la palanca de cambios. Para la década de los 50 es cuando se experimenta la mayor evolución debido a los avances eléctricos, por lo que se incorpora en el volante una palanca para el cambio de luces y el limpiaparabrisas. En algunos coches, por la geografía del país, se incluye el control de la velocidad crucero, el cual bloqueaba el acelerador. En los años 60 no hubo grandes cambios en el volante, solo se trataba de un centro de control, con el claxon incluido, aunque esto último era algo muy importante, ya que se podía advertir a peatones y conductores, que no estaban acostumbrados a convivir con vehículos. La década de los 70 es la época del glamour en los volantes. Su tamaño se reduce y cuentan con nuevos materiales que le dan mayor comodidad y estilo. Se añaden los clásicos agujeros circulares y su diseño es más deportivo. Éste pasa de madera a metal, y comienzan a utilizarse revestimientos fabricados con materiales acolchados para mayor comodidad. Además, la bocina, en algunos modelos ya no está en el medio del volante sino en el lateral, para ser activado con el pulgar. En los años 80 y 90 el diámetro se reduce, dándole al conductor más comodidad. Se incorpora el airbag y controles para el volumen y las emisoras de radio. El material de elaboración es más parecido al caucho, por lo que es más ergonómico. En la actualidad contamos con asistencia para aparcar, control de temperatura, música, velocidad y luces, e incluso llamar por teléfono. Las funciones del volante en la actualidad nos permiten tener todo, literalmente, al alcance de las manos; lo que hace que podamos sentir mucho más el coche y disfrutar de la conducción.
Materiales volantes
Los volantes están hechos de resinas de éster de vinilo moldeadas y pigmentadas o de uretano pigmentado moldeado por inyección de reacción (RIM) cuando se requiere un material dúctil. El acetilo de baja fricción a menudo se usa para los interruptores, palancas y cojinetes de las columnas de dirección. También se utiliza en una variedad de aplicaciones automotrices debido a su capacidad para soportar altas tensiones mecánicas y térmicas. Hay dos tipos de resinas de viniléster:
- Resinas con base epoxi
- Resinas sin base epoxi
Un viniléster sin base epoxi es simplemente un poliéster terminado en metacrilato. Tiene una resistencia reducida a la sosa cáustica y los ácidos y se puede utilizar como resina aglutinante de compuestos plásticos en aplicaciones donde la alta resistencia química no es crítica. Las resinas de éster de vinilo epoxi no han penetrado en el mercado automotriz porque los poliésteres relativamente económicos pueden satisfacer la mayoría de las necesidades de rendimiento excepto la resistencia química. Sin embargo, es posible imaginar la introducción de resinas epoxi viniléster en aplicaciones más corrosivas o severas cerca del motor, baterías, partes externas del cuerpo, etc. El PU moldeado por inyección de reacción ofrece una solución para la producción rápida de piezas plásticas complejas directamente a partir de monómeros (unidad química única) y oligómeros (cadena de múltiples unidades químicas) de baja viscosidad. entrar en el molde. La química de PU moldeado por inyección de reacción involucra específicamente la mezcla de polioles (oligómeros de unidades de alcohol) e isocianatos (compuestos de carbono-nitrógeno). Se requiere una mezcla completa en la fase de mezcla para lograr propiedades físicas uniformes en la pieza final fabricada. Para aplicaciones comerciales, la mayoría de las reacciones químicas de RIM en el molde deben tener lugar en menos de un minuto. Los sistemas RIM PU no reforzados son suaves y elásticos y pueden tener un módulo cercano a 1000 MPa, una resistencia de aproximadamente 30 MPa y un alargamiento promedio a la rotura cercano al 150%. La expansión térmica de los sistemas de PU no reforzados se puede reducir aproximadamente diez veces en los compuestos RIM PU mediante el uso de rellenos adecuados.