Estos dos polímeros son antagonísticamente inmiscibles, por lo que para lograr un rendimiento razonable requieren compatibilización. En 1985, se anunció mezclas que comprendían 50-75% en peso de PS, 25% en peso de PA-6 y 2-10% en peso de SMM. Las probetas moldeadas por compresión tenían una matriz de PS y PA como partículas dispersas de un diámetro de 5-20 micron. Recientemente, se estudió la mejora de la adhesión entre poliamida aromática transparente amorfa, poli (trimetilhexametilentereftalamida), PARA y PS mediante la adición de copolímero aleatorio de estireno-anhídrido maleico (SMA). La mezcla reactiva fue responsable de la formación en la interfaz de un copolímero in situ. Sorprendentemente, la tenacidad a la fractura del PA/SMA binario fue baja a todas las temperaturas y tiempos de recocido. Sin embargo, cuando se introdujo una fina capa de SMA entre PA y PS, la tenacidad a la fractura aumentó notablemente. Se propuso un modelo cualitativo que tuvo en cuenta dos efectos, a saber, la reacción en la interfaz y el proceso de difusión. En consecuencia, los resultados experimentales se segregaron en dos grupos, el primero donde la difusión dominó el proceso, y el segundo donde contribuyeron tanto la difusión como la reacción en la interfaz, generando una fuerte interfaz.