Cuando un automóvil se mueve a alta velocidad, el flujo de aire que ingresa por la parte delantera se acelera pero cuando se acerca al difusor encuentra una zona de baja presión y luego se expande de nuevo a la velocidad normal: de esta manera produce una carga aerodinámica, lo que se traduce en una mayor sujeción; este último permite que el automóvil tome una curva a velocidades más altas, de hecho, se mejora la fuerza de tracción de los neumáticos. Los elementos aerodinámicos complementarios al difusor son el splitter frontal, que canaliza el aire por debajo del coche, y los faldones laterales, que permiten "sellar" el aire procedente del splitter del aire circundante que tiene una presión diferente. En los coches de carreras, el rendimiento del difusor puede incrementarse por la forma y la posición de los colectores de escape y por la altura del alerón trasero.