Los polímeros ligeramente entrecruzados químicamente se hinchan con la adición de disolvente para formar geles. El grado máximo de hinchamiento resulta del intento de los segmentos ubicados entre los sitios de entrecruzamiento para alcanzar sus dimensiones de bobina energéticamente más favorecidas que a su vez es contrarrestado por la retracción elástica debida a los entrecruzamientos. Los polímeros con enlaces cruzados físicos se comportan de la misma manera si los enlaces cruzados físicos (cristalitos, grupos de iones, etc.) sobreviven al proceso de disolución. Este último fenómeno se utiliza en pastas de poli (cloruro de vinilo). Las fuertes interacciones dipolo-dipolo entre los enlaces C-Cl conducen a asociaciones de segmentos de cadena que a temperatura ambiente resisten la disolución por plastificantes como ftalatos, adipatos, sebacatos o citratos. El calentamiento del PVC con estos plastificantes y el subsiguiente enfriamiento conducen a la gelificación mediante la formación de una red ligeramente reticulada físicamente. El PVC plastificado se comporta así como un material elastomérico. Los enlaces cruzados físicos se disocian a temperaturas más altas y la pasta de PVC resultante se puede procesar con extrusoras o molinos de rodillos.