Moldeo por inyección y compresión (ICM)
Procesos > ► Inyección
Moldeo por inyección y compresión
El moldeo por inyección y compresión (ICM) es una extensión del moldeo por inyección convencional al incorporar una acción de compresión del molde para compactar el material polimérico para producir piezas con estabilidad dimensional y precisión superficial. En este proceso, la cavidad del molde tiene inicialmente una sección transversal ampliada, lo que permite que el polímero fundido avance fácilmente hacia los extremos de la cavidad bajo una presión relativamente baja. En algún momento durante o después del llenado, el espesor de la cavidad del molde se reduce por un movimiento de cierre del molde, que obliga a la masa fundida a llenar y empaquetar toda la cavidad. Esta acción de compresión del molde da como resultado una distribución de presión más uniforme a lo largo de la cavidad, lo que genera propiedades físicas más homogéneas y menos contracción, deformación y tensiones de moldeado que las que son posibles con el moldeo por inyección convencional. Un inconveniente potencial asociado con el ICM secuencial de dos etapas es la vacilación o marca de testigo que resulta del estancamiento del flujo durante la transición de inyección-compresión. Para evitar este defecto superficial y facilitar el flujo continuo del polímero fundido, el ICM simultáneo activa la compresión del molde mientras se inyecta la resina. La principal ventaja de ICM es la capacidad de producir piezas dimensionalmente estables, relativamente libres de estrés, a baja presión, con un tonelaje de cierre (normalmente de 20 a 50 % más bajo que con el moldeo por inyección) y un tiempo de ciclo reducido. Para aplicaciones de paredes delgadas, los materiales difíciles de fluir, como el policarbonato, se han moldeado con un grosor de hasta 0,5 mm. Además, la compresión de una carga relativamente circular reduce significativamente la orientación molecular y, en consecuencia, reduce la birrefringencia y mejora las propiedades ópticas de una pieza acabada. ICM es la tecnología más adecuada para la producción de CD/DVD rentables y de alta calidad, así como muchos tipos de lentes ópticas.