Acerola o semeruco
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Acerola o semeruco
La acerola (Malpighia glabra) es una planta trepadora arbustiva originaria de las zonas tropicales y subtropicales de América, que puede alcanzar incluso los 5 metros de altura. Además del altísimo contenido en vitamina C, unos 1.600 miligramos por 100 g, también contiene buenas cantidades de provitamina A (casi tanto como las zanahorias), vitaminas del grupo B (especialmente ácido pantoténico) y bioflavonoides y taninos. Entre las sales minerales, el calcio, el hierro y el magnesio están bien representados. Gracias a su composición estimula el sistema inmunitario, aumentando la actividad de fagocitosis de los glóbulos blancos y favoreciendo su maduración. También desarrolla una acción antioxidante al inactivar los radicales libres. Tiene efectos antianémicos gracias a la estimulación de la flora bacteriana intestinal para producir ácido fólico, que a su vez favorece la absorción del hierro. Tiene una acción protectora sobre los capilares.
Sus frutos ácidos, de cáscara roja al madurar, se consumen en su forma natural y sirven para preparar un dulce delicioso. Existe una forma de frutos dulces. El jugo de la acerola contiene gran cantidad de ácido ascórbico y, comparado con el de la naranja, lo aventaja en concentración de vitamina C. Pruebas rigurosas, cuyos resultados han sido publicados, indican que el jugo de acerola contiene 80 veces más vitamina C que la mejor variedad de naranja. Aunque la vitamina C es sintetizada por la mayoría de los frutos y hortalizas, se pierde fácilmente por la marchitez, almacenamiento, secado, trituración, desmenuzamiento, enfriamiento y almacenamiento de las mismas. La acerola tiene gran importancia pues tradicionalmente ha sido utilizado para prevenir resfriados. Médicos y nutriólogos siempre recomiendan el consumo de alimentos frescos ricos en Vitamina C para prevenir la aparición de éstas y otras enfermedades respiratorias. Pero también se le ha dado el uso de fungicida (combate los hongos), antiinflamatorio, antianémico, astringente y diurético, sin embargo, la principal característica es su elevado contenido en vitamina C.
Gracias a su excepcional contenido en vitamina C, la acerola puede ser considerado como uno de los alimentos con mayor capacidad antioxidante que se encuentran en la naturaleza. Recordemos que la función de los antioxidantes es bloquear parte de la acción de los radicales libres que no son otra cosa que agentes tóxicos que dañan nuestras estructuras corporales ocasionando entre otras cosas el envejecimiento prematuro y cuya acumulación es responsable del desarrollo de muchas enfermedades de tipo crónico-degenerativo como cáncer, cardiopatía, diabetes e inclusive padecimientos articulares como la artritis. Los efectos protectores de la vitamina C se extienden a la inhibición de la formación de nitrosaminas (sustancias potencialmente cancerígenas) en el estómago a partir de otras sustancias llamadas nitratos que están presentes en ciertos alimentos como las carnes frías. También llamada ácido ascórbico, la vitamina C es un nutrimento esencial por lo que es necesaria su obtención a través de los alimentos y/o suplementos alimenticios. No debemos olvidar que también existen algunas situaciones en las que el requerimiento de vitamina C se encuentra aumentado, tal es el caso de mujeres durante el embarazo y la lactancia, consumo de anticonceptivos orales, estrés y la práctica del tabaquismo.
Contraindicaciones
El consumo de esta fruta no presenta contraindicaciones importantes salvo para quienes, padeciendo de acidez gástrica, puedan experimentar una ligera molestia por su sabor agrio. Incluso para aquellos que sufren de cálculos renales, se recomienda una consulta médica antes de su uso, ya que el alto nivel de vitamina C puede ayudar a aumentar la producción de oxalatos.
Interacciones
Las altas dosis de vitamina C contenidas en la acerola contrarrestan la actividad desinfectante de las vías urinarias de los glucósidos de hidroquinona contenidos en los preparados a base de hierbas a base de gayuba, madroño, romero.
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