La diosmina es una sustancia vegetal aislada por primera vez en 1925. Hoy en día se recomienda a menudo, en forma de cremas y ungüentos, con el objetivo de favorecer la buena circulación y aliviar determinados problemas. Pero ¿qué es exactamente, para qué sirve y en qué formas se puede tomar?

La diosmina es un compuesto natural que pertenece a la clase de los bioflavonoides (también llamados flavonoides), sustancias vegetales que tienen diversas actividades beneficiosas para el organismo. Entre las más importantes encontramos la acción antioxidante, la acción antiinflamatoria y la acción protectora de la microcirculación. En la naturaleza, encontramos grandes concentraciones de este flavonoide especialmente en los cítricos, por ejemplo en las naranjas, pomelos y mandarinas, y en algunos arbustos, como la Ruta graveolens y la Barosma betulina. Desde finales de la década de 1960, la diosmina se ha utilizado ampliamente para ayudar con numerosos problemas, como hemorroides, piernas hinchadas, venas varicosas y mucho más.

Los bioflavonoides son objeto de constante investigación debido a sus numerosos efectos positivos en el organismo humano. En particular, numerosos estudios han confirmado los beneficios de la diosmina, que tiene principalmente una acción antioxidante y antiinflamatoria, pero también una acción antihiperglucemiante, antimutagénica y antiulcerosa. (Huwait E, Mobashir M.,). Investigaciones posteriores sugieren que la diosmina sometida a micronización, es decir, reducida a fragmentos extremadamente pequeños, del orden de un micrómetro, tiene una acción positiva sobre la microcirculación, el drenaje linfático e, indirectamente, sobre el tono venoso. (Drogas venoactivas, capítulo 14, Albert-Adrien Ramelet). A continuación se detallan las propiedades más importantes de la diosmina:

Acción antioxidante: parece que el bioflavonoide ayuda a neutralizar los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo del organismo, alteración que provoca numerosos daños (incluido el envejecimiento celular prematuro).

Acción antiinflamatoria: cuando el cuerpo humano tiene inflamación, es posible detectarla midiendo los niveles de los llamados marcadores inflamatorios mediante análisis de sangre específicos. La diosmina parece reducir el nivel de estos marcadores debido a sus efectos antiinflamatorios.

Acción beneficiosa sobre la microcirculación, el drenaje linfático y el tono venoso: la diosmina ayuda a proteger la permeabilidad microvascular (la microcirculación se compone de arteriolas, metarteriolas, capilares y vénulas), mejora el flujo linfático, reduce el diámetro de los vasos linfáticos y la presión intralinfática y mejora el tono venoso. prolongando la acción de una hormona particular llamada norepinefrina.

Además, la diosmina se utiliza junto con otros flavonoides, como la hesperidina, para potenciar los efectos beneficiosos y contrarrestar mejor numerosos problemas.

Los beneficios de la diosmina la convierten en un ingrediente ideal para productos de uso externo, como pomadas, cremas o geles para aplicar directamente sobre la piel, y para productos de uso interno, como suplementos y medicamentos.