Mielitis
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Mielitis
El término mielitis indica inflamación de la médula, mientras que transversa se refiere a inflamación de la médula espinal. Los síntomas pueden aparecer repentinamente, en unas pocas horas o con el tiempo (días o semanas). La mielitis transversa puede afectar a personas de cualquier edad, sexo o etnia y no parece tener ningún tipo de predisposición genética. La mayoría de los casos aparecen entre los 10 y 19 años o entre los 30 y 39 años. Aunque algunos pacientes pueden disfrutar de una recuperación completa o casi completa, el proceso de curación puede llevar meses o años; Sin embargo, en la mayoría de los casos, lo que se observa es al menos una recuperación parcial, generalmente dentro de los primeros 3 meses después del ataque. Otros pueden sufrir deficiencias permanentes que afectan su capacidad para realizar actividades diarias normales. No existe una cura específica para la mielitis transversa, pero existen tratamientos para prevenir o minimizar los déficits neurológicos permanentes. La causa exacta responsable de la aparición de la mielitis transversa no siempre está clara y, cuando no es posible identificarla, se denomina forma idiopática.
Funciónes de las medulas
La médula espinal es uno de los dos componentes del sistema nervioso central (SNC), siendo el otro el cerebro, y está situada dentro del canal vertebral, que se extiende desde el tronco del encéfalo hasta las vértebras lumbares. Está formada por una parte central, la sustancia gris (formada por los cuerpos de las neuronas), rodeada por una porción más periférica, la sustancia blanca (formada por haces de fibras mielinizadas). Consta de 31 segmentos, cada uno de los cuales está formado por un par de nervios espinales. Su función principal es clasificar información (impulsos nerviosos) a través de las neuronas sensoriales y transmitirla al cerebro.
Las causas de las mielitis conocidas incluyen
Trastornos del sistema inmunológico, como:
- Neuromielitis óptica, una enfermedad que afecta los nervios oculares y la médula espinal.
- La esclerosis múltiple, una enfermedad en la que las células del sistema inmunológico que normalmente nos protegen de virus, bacterias y células enfermas comienzan por error a atacar el revestimiento protector del cerebro, los nervios ópticos y la médula espinal.
- Fenómeno autoinmune posinfeccioso o posvacuna, en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error el propio tejido del cuerpo mientras responde a una infección o, muy raramente, a una vacuna.
- Respuesta inmune a un tumor responsable del daño al sistema nervioso.
- Infecciones virales
- Infecciones bacterianas,
- Infecciones fúngicas de la médula espinal.
- Parásitos, incluidas toxoplasmosis, cisticercosis, esquistosomiasis y estrongiloidosis.
- Otros trastornos inflamatorios que pueden afectar la médula espinal, como sarcoidosis, lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjogren, enfermedad mixta del tejido conectivo, esclerodermia y síndrome de Behcet.
- Trastornos vasculares como MAV, fístula arteriovenosa dural, malformaciones cavernosas intraespinales.
- En algunos pacientes, la mielitis transversa representa el primer síntoma de una enfermedad autoinmune o inmunomediada como la esclerosis múltiple o la neuromielitis óptica.
Sin embargo, hablamos de mielitis "parcial" cuando sólo está afectada una parte de la sección transversal de la médula, y es relativamente más común en el caso de la esclerosis múltiple. Cuando la mielitis es "completa" (y por lo tanto causa parálisis severa y entumecimiento en ambos lados de la médula espinal) es más sugestivo de neuromielitis óptica; Estos ataques también tienden a ser más graves y asociarse con una menor capacidad de recuperación que los ataques de esclerosis múltiple.
Las plantas medicinales pueden ser un complemento para el tratamiento de personas con esclerosis múltiple, pero hay que vigilar los efectos adversos que pueden causar. Te explicamos los efectos de 6 plantas medicinales para esclerosis múltiple, así como sus contraindicaciones. Hay un amplio abanico de posibilidades y el consumidor puede escoger aquella que más le convenga según sus propiedades. Aunque hay que estar alerta; algunas pueden provocar efectos adversos dependiendo de la dosis que se tome, de la calidad de la preparación herbácea, de la posible interacción con medicamentos o de la propia fisiología.
Ginkgo biloba
Originario de una de las especies de árbol más antiguas del planeta, el ginkgo biloba tiene propiedades antioxidantes y también es capaz de inhibir una sustancia conocida como “factor de activación de plaquetas”. Inhibiendo esta sustancia, el ginkgo podría reducir la actividad de ciertas células inmunes relacionadas con la EM. Sin embargo, aún no hay evidencias sobre si el ginkgo podría ayudar en la prevención de brotes o en mejorar la disfunción cognitiva.
Aceite de coco
Según una investigación, los compuestos del aceite de coco virgen disminuyen entre 60% y 90% la carga vírica, además de reforzar la supervivencia celular, lo que implica que contribuye a reforzar la respuesta del sistema inmune.
Dosis diarias de aceite
Agregue 3 y 1/2 cucharas de aceite de coco a una bebida de jugo de coco o leche de coco o tambien tomelas con frutas .
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