También conocida con los nombres biotina, o  vitamina H o vitamina I, la vitamina B8 pertenece al grupo de las vitaminas hidrosolubles, es decir, aquellas vitaminas que no se pueden acumular en el organismo y que, por tanto, deben tomarse regularmente a través de una dieta variada y equilibrada para asegurar la cantidad adecuada. Esta vitamina se caracteriza por no ser sensible a las altas temperaturas (a diferencia de otras vitaminas del grupo B, como la vitamina B5 o el ácido pantoténico y la vitamina B6), pero es sensible a los álcalis y ácidos. En ocasiones se la conoce como vitamina H o como la “vitamina de la belleza” ya que se asocia con una buena salud y mantenimiento de la piel, cabello y uñas. Además ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, por lo que puede ayudar a los diabéticos a controlar los niveles. Es una de las vitaminas a destacar durante el embarazo, ya que colabora en el crecimiento del bebé.

La vitamina B8 participa en el metabolismo de las proteínas y en las acciones de síntesis de los ácidos grasos y la glucosa. La vitamina B8 (biotina) contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso, la función psicológica normal y el metabolismo productor de energía normal. Dado que preserva la salud de la piel y el cabello, puede utilizarse para el tratamiento de la dermatitis seborreica, la alopecia y el acné. La biotina interviene en reacciones enzimáticas, como el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas, que se convierten en moléculas de glucosa, que aportan energía inmediata a las células. La biotina no se puede almacenar en el cuerpo y esto hace que se incluya en la dieta de forma regular. Un abuso de esta vitamina no tiene ningún efecto sobre la salud, se puede expulsar fácilmente por la orina y no es tóxico. Hay una pequeña cantidad de síntesis endógena de biotina a partir de microorganismos intestinales. Además, hay que tener en cuenta que la clara de huevo cruda contiene una sustancia llamada avidina que se combina con la biotina e impide su absorción. Biotina, contribuye a un alto recambio celular al estimular la producción de queratina; esta proteína con función "protectora" hace que el cabello sea más fuerte y elástico y las uñas más rosadas y resistentes.

En un adulto, el requerimiento diario promedio de vitamina B8 varía mucho: de hecho, oscila entre 15 y 100 mg por día. Lo que marca la diferencia es sobre todo el gasto energético: en particular en las personas que practican deporte al menos a nivel semiprofesional (una actividad deportiva que requiere un gran gasto de energía y una síntesis acelerada de proteínas) el requerimiento es máximo, pudiendo incluso duplicarse.

Además de estar presente en muchos alimentos, esta vitamina es producida en cantidades abundantes por la flora intestinal, por lo que es poco probable que se produzca un déficit. Esta deficiencia puede ocurrir como resultado del consumo excesivo de claras de huevo crudas, que es un antagonista de la biotina. Los síntomas de la deficiencia de vitamina B8 son náuseas, fatiga general, depresión y cambios en la piel.

Hasta la fecha, no se conocen problemas derivados de su ingesta excesiva.

La vitamina B8 es fundamental para la renovación de las células de la piel, las uñas y el cabello, tres funciones que están en el origen de sus principales indicaciones médicas.

La biotina se usa a menudo como tratamiento para la caída del cabello, tanto en productos para el cuidado (champús, lociones, acondicionadores, etc.) como en complementos alimenticios, donde se combina con mayor frecuencia con vitamina B5. Estos tratamientos serían mayormente efectivos en personas con deficiencia o deficiencia de B8. Según un estudio reciente1, más de una de cada tres mujeres con alopecia difusa (pérdida de cabello en toda la cabeza) tienen deficiencia de B8.

La falta de vitamina B8 puede ser la causa de dermatitis seborreica (dermatosis inflamatoria en forma de manchas rojas) o acné. Un estudio de 19912 muestra que un suplemento dietético que contiene biotina puede mejorar la condición de la piel.

Dado que las uñas son parte de la piel, al igual que el cabello, la biotina también puede mejorar su salud y calidad. Un estudio realizado por el Dr. Larry Hochman en 1993 en la Universidad de Columbia3 mostró que el 63 % de las personas que se suplementaron con vitamina B8 habían mejorado la calidad de las uñas. Las uñas tienden a volverse más gruesas y menos quebradizas bajo la influencia de la biotina.

La ingesta dietética recomendada de vitamina B8 es de 50 µg por día, pero no se han descrito efectos secundarios por ingestas más altas. Por lo general, una dieta variada puede cubrir estas necesidades con bastante facilidad. Cuando se utiliza la biotina por sus propiedades sobre la calidad del cabello, la piel o las uñas, se recomienda una dosis de aproximadamente 15 mg/día.

Una sustancia llamada avidina, que abunda en la clara de huevo (sin la yema), impide que la biotina se absorba y puede provocar carencias. Para evitar este efecto, es preferible consumir la clara al mismo tiempo que la yema, y ​​cuando no sea así, cocinar bien la clara. El alcohol también evita que la biotina se use correctamente, por lo que las personas adictas al alcohol deben controlar su consumo y tal vez comenzar a tomar suplementos de B8. Asimismo, a la hora de realizar un tratamiento para fortalecer las uñas o el cabello, se recomienda reducir al máximo el consumo de alcohol.