La administración de yodo puede servir para bloquear la entrada de yodo radiactivo al tiroides en sujetos que han estado en contacto con radiaciones en personas expuestas a contaminación radiactiva. La administración debe realizarse según protocolos específicos indicados por las instituciones de salud. Se debe administrar una dosis suprafisiológica de yodo en forma de yoduro de potasio para bloquear la acumulación de yodo radiactivo dentro de la tiroides. La eficacia de la prevención es máxima cuando se toma yoduro de potasio dos días antes de la contaminación y disminuye gradualmente con el tiempo y ya no es eficaz si se administra 4-5 días después de la exposición. Normalmente se administra solución de Lugol al 5%, que se puede preparar en farmacia. La administración de yoduro de potasio se recomienda únicamente bajo prescripción médica o de las autoridades sanitarias. La administración inadecuada de yoduro de potasio puede provocar síntomas similares a los de la gripe e incluso disfunción tiroidea (hipotiroidismo o hipertiroidismo). La prisa por adquirir pastillas que contengan yodo no tiene sentido porque los suplementos disponibles en el mercado contienen una cantidad de yodo útil para compensar una deficiencia de yodo, pero no contienen una cantidad suficiente de producto para bloquear la entrada de yodo radiactivo.