es la hormona del sueño más famosa. Es producido por el cuerpo durante las horas de oscuridad y envía a nuestro cuerpo el mensaje de que es hora de conciliar el sueño. Una deficiencia de melatonina puede provocar dificultades para conciliar el sueño e interrupciones del sueño. Esta deficiencia puede estar provocada por diversos factores, como, por ejemplo, la exposición a la luz durante la noche, hábitos de sueño irregulares o estrés.

es una hormona relacionada con el estrés. Normalmente se libera en las horas de la mañana y permite que el cuerpo se sienta despierto y lleno de energía. Sin embargo, en caso de alteración de la producción hormonal, el cortisol puede liberarse en el momento equivocado, provocando alteraciones del sueño. Las situaciones estresantes crónicas pueden aumentar los niveles de cortisol y alterar el ritmo de sueño-vigilia.

Actúa significativamente sobre nuestra vida psíquica e interior. Si esta hormona es deficiente pueden surgir situaciones de ansiedad y/o depresión que, a su vez, provocan insomnio, dolores de cabeza o migrañas. El aminoácido triptófano es esencial para influir en los niveles de serotonina.