Sacarina
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Sacarina
El nombre sacarina proviene del latín "Saccharum" que significa azúcar. Comercialmente está disponible en tres formas: ácido sacarínico, sacarina sódica y sacarina cálcica. Como pionera de los edulcorantes alternativos, la sacarina ciertamente ha tenido una historia accidentada, pero es el único edulcorante sintético que se ha utilizado en todo el mundo durante más de un siglo. La sacarina y sus sales no muestran ninguna descomposición detectable, ni siquiera durante periodos de tiempo muy largos; Otra gran ventaja es la alta estabilidad en un amplio rango de pH, por lo que no se altera su sabor ni se modifica el dulzor. Para tener una idea de su estabilidad, la sacarina es estable en soluciones tampón con un pH de 3,3 a 8,0 después de una hora a 150°C. Sólo en condiciones extremas de pH y temperatura se descompone en ácido 2-sulfobenzoico y ácido 2-sulfamoilbenzoico. La sacarina y sus sales pueden utilizarse en una amplia variedad de alimentos, bebidas, cosméticos y productos farmacéuticos, como edulcorantes no calóricos, seguros y económicos. En la industria alimentaria se añade a refrescos, zumos de frutas, chicles, jaleas, mermeladas, adornos, salsas y condimentos a base de frutas; en el sector dietético forma parte de la composición de edulcorantes en forma de comprimidos, polvos o líquidos. Sin embargo, tiene un regusto amargo metálico, especialmente en altas concentraciones.
La información relativa a medicinales, plantas medicinales y suplementos se extrae de libros de fitoterapia y material informativo de las empresas fabricantes y no pretende sustituir el consejo médico. Las aplicaciones comunicadas no tienen en ningún caso carácter prescriptivo ni terapéutico.