Adaptógeno
Salud > ► Biología y medicina
Adaptógeno
Los adaptógenos finalmente se reconocen como una ayuda natural para afrontar situaciones estresantes. La investigación científica aún debe investigar las múltiples potencialidades de estas plantas, utilizadas en la medicina tradicional desde tiempos inmemoriales.
"Adaptógeno" es un término para ciertos alimentos y suplementos que se dice que ayudan al cuerpo a lidiar con el "estrés". El estrés puede ser psicológico (de la mente), pero también puede ser físico (del cuerpo) y causado por infecciones o toxinas. El concepto de adaptógeno surgió cuando los investigadores buscaban formas de mejorar la resistencia y reducir la fatiga durante la actividad física extrema y en ambientes hostiles y comenzaron a estudiar una variedad de productos vegetales y alimenticios. Un adaptógeno se define como cualquier sustancia, fármaco o remedio herbario capaz de aumentar la resistencia del organismo a factores estresantes de diversa índole, tanto físicos como psíquicos, de forma inespecífica. Su acción, por tanto, no está dirigida a un órgano concreto, sino que potencia la actividad y el rendimiento de todo el organismo. En consecuencia, las plantas adaptógenas se recomiendan tradicionalmente para afrontar y superar mejor períodos de estrés psicofísico intenso, como la preparación para un examen, trastornos relacionados con el envejecimiento y los cambios estacionales, o simplemente para aliviar el organismo de compromisos onerosos diarios. Las sustancias a menudo denominadas adaptógenos incluyen :
- Ashwagandha, Astrágalo, Bacopa Cordicipis, Eleuterococo, Centella asiática, Panax ginseng, Albahaca santa, Maca, Reishi, Rodiola, Schisandra, Tinospora, Cordifolia, Lapacho, Codonopsis, Crisantello, Andrographis, Gin Pent y Suma.
Cómo funcionan las plantas adaptógenas
El cuerpo tiene una capacidad innata para reaccionar ante el estrés: ante un acontecimiento físico o psicológico definido como "estresante", que nos obliga a salir de nuestra "zona de confort", el cerebro comienza a enviar una serie de señales que luego son "amplificadas". y traducidos en hormonas, mediadores que tienen la finalidad de llevar el mensaje a cada órgano o sistema afectado. A través de esta vía de señalización, el cerebro "explica" a los órganos qué hacer y estos actúan en consecuencia. Precisamente en estas fases actúan las plantas adaptógenas, auténticas directoras de orquesta: amplifican la señal cuando es demasiado débil y, sobre todo, limitan la intensidad excesiva, lo que conduciría a una reacción exagerada con las consecuencias que todos conocemos bien y llamamos somatizaciones de estrés: dolor de cabeza, dolor de estómago, irritabilidad, disminución de la concentración, ansiedad, insomnio,…
Adaptógenos: que generan adaptación
Su larga tradición entre las diferentes poblaciones les ha dado distintos nombres: por ejemplo en Rusia se les llamaba 'sustancias tónicas', en la medicina ayurvédica y tibetana 'Rasayana', remedios que conducen a un estado óptimo, en la práctica médica china 'tónicos qi'. con acción inmunomoduladora e inmunoestimulante. Lo que tienen en común las diferentes sustancias adaptógenas y lo que las hace tan interesantes para nuestra salud y bienestar es precisamente la capacidad de aumentar la resistencia a factores ambientales inespecíficos y situaciones estresantes. En particular, un adaptógeno debe:
- aumentar la resistencia del cuerpo a factores dañinos de forma física, química o biológica;
- tener un efecto normalizador, contrarrestando las consecuencias derivadas de estados de tensión o estrés;
- ser inofensivo y no provocar efectos secundarios en situaciones normales.
Definidos así, no existen muchos reguladores biológicos capaces de aumentar la capacidad de adaptación y evitar posibles daños causados por factores ambientales.
La información relativa a medicinales, plantas medicinales y suplementos se extrae de libros de fitoterapia y material informativo de las empresas fabricantes y no pretende sustituir el consejo médico. Las aplicaciones comunicadas no tienen en ningún caso carácter prescriptivo ni terapéutico.