Es importante saber que el germen patógeno es el desencadenante, mientras que la causa básica son las defensas bajas. Los hongos medicinales elevan las defensas y los gérmenes ya no son capaces de arraigarse en el cuerpo, porque son eliminados antes de que puedan causar enfermedades.

La causa se debe al sistema inmunitario, que está alterado y produce anticuerpos patológicos. La sustancia a la que eres alérgico es relativa (polvo, polen, etc.), aleatoria, porque el problema es que el sistema inmunológico se ha alterado. El tratamiento con hongos medicinales, pruebas de laboratorio en mano, elimina los síntomas porque elimina los anticuerpos alérgicos patológicos que ya no se producen.

El sistema inmunitario, que se ha alterado, produce autoanticuerpos, es decir, anticuerpos que afectan a una parte del cuerpo (por ejemplo, la tiroides). El tratamiento con hongos medicinales es eficaz y va directo al corazón del problema, ya que soluciona tanto la causa como los síntomas. Al eliminar los autoanticuerpos responsables de la enfermedad, que progresivamente dejan de producirse, los síntomas primero se reducen y luego desaparecen.

El sistema inmunológico, que se ha vuelto más vulnerable, tiende a producir inflamaciones de las que no puede deshacerse en muchas partes del cuerpo (artritis, tendinitis, conjuntivitis, rinitis, dermatitis, prostatitis, colitis, nefritis, etc.). Siempre hay una debilidad de las defensas inmunitarias, a menudo ligadas a una intestinal, que no logra evitar que muchas toxinas pasen a la circulación y alcancen tejidos distantes al inflamarlos. Las setas son un recurso importante por su potente acción antiinflamatoria.

Si bien todas las setas curativas están dotadas, de forma más o menos marcada, del 1er poder, con el que mantienen la función inmunológica en plena salud, las más dotadas con diferencia desde este punto de vista son Shiitake, Reishi, Agaricus, Auricularia, Maitake y Cordyceps. Estas setas componen los protocolos elaborados para tratar alergias, enfermedades inflamatorias crónicas, enfermedades autoinmunes, prevención y tratamiento de la gripe y enfermedades estacionales. En realidad, también los otros hongos, Coprinus, Pleurotus, Hericium y Polyporus, que en la literatura mundial se consideran segundas opciones en esta área, tienen un poder casi comparable en el fortalecimiento de la función inmunológica. De hecho, quienes toman una de estas setas por otros motivos también se benefician de un efectivo refuerzo de las defensas. Esto demuestra que cualquier hongo es capaz de prevenir y tratar la gripe y las enfermedades estacionales. Cuando, por el contrario, nos enfrentamos a gripes crónicas y recidivantes, alergias y todas las enfermedades de nivel 3, sin embargo, no basta con utilizar setas de segunda elección, sino que debemos recurrir necesariamente a "protocolos ganadores".