El propóleo es una sustancia natural producida por las abejas con propiedades desinfectantes, antiinflamatorias y cicatrizantes. El propóleo es un antiséptico natural producido por las abejas. Útil en caso de dolor de garganta, resfriados, asma y gripe, también es un aliado del sistema inmunológico. La composición del propóleo es muy variable ya que depende del tipo de vegetación de la que las abejas obtienen la materia prima para procesarlo.La recolección del propóleo la realizan, de hecho, las abejas forrajeras que visitan las flores y capullos de varios árboles, incluidos los álamos, pinos, castaños de Indias, abedules, robles y sauces. Una vez descargadas en la colmena, las abejas utilizan el propóleo para aislar las celdas de la colmena limitando así la entrada de aire, agua, bacterias, virus y patógenos en general. Muchos lo consideran un verdadero antibiótico natural.

El uso del propóleo para la garganta es probablemente el más conocido: utilizado en forma de spray o jarabe, el propóleo es capaz de desinfectar la garganta, aliviar el dolor y la tos y apagar la inflamación.El propóleo también se utiliza por sus beneficios para la piel. y mucosas, por ejemplo para tratar pequeñas heridas, quemaduras, irritaciones y granos, por su acción antibacteriana y cicatrizante.El propóleo en solución glicólica o alcohólica también es útil para aftas, abscesos, gingivitis y para calmar el dolor de muelas. Rica en flavonoides y esencias balsámico-aromáticas, útil tanto para uso interno como para calmar pequeños problemas cutáneos.

El propóleo también es activo sobre los hongos y, en particular, sobre la Candida albicans responsable de dos enfermedades frecuentes de los bebés, la candidiasis bucal (o candidiasis mamaria) y la candidiasis del pañal. Los estudios en humanos confirman su utilidad en el tratamiento de infecciones virales de las vías respiratorias superiores (resfriados, estomatitis, faringitis, etc.) e infecciones vaginales causadas por el virus del herpes. Además, las conclusiones de una investigación italiana reciente afirman que el propóleo utilizado con fines preventivos durante 3 meses consecutivos podría reducir el número de infecciones de oído en niños de uno a cinco años. En definitiva, esta sustancia puede ser utilizada en numerosos problemas de salud, siempre y cuando se recuerde que no tiene la eficacia antibacteriana de un antibiótico y que ante la presencia de síntomas que persisten o empeoran, siempre es mejor consultar al médico. . El propóleo se puede tomar en diferentes formulaciones: jarabe, spray, cápsulas, pomadas y cremas.

Las formulaciones de spray oral sin alcohol pueden ser útiles en niños para el tratamiento local de úlceras bucales, estomatitis e irritación de garganta, y en este caso se deben repetir varias pulverizaciones varias veces durante el día. Las formulaciones en jarabe permiten obtener una acción antiinflamatoria y desinfectante más extendida que puede ser útil en formas de resfriados, gripes y parainfluenzas y en tratamientos preventivos. Es recomendable comenzar a tomar propóleos ante los primeros síntomas de la enfermedad (estornudos, ardor en la garganta o en la cavidad bucal) y continuar durante al menos 7-10 días. También se puede usar en combinación con antibióticos prescritos por su médico. El propóleo suele tolerarse bien, aunque se han descrito raras reacciones alérgicas. Se debe utilizar con precaución y con el consejo del médico si el niño ha tenido reacciones alérgicas graves a medicamentos o alimentos (edema de glotis, reacciones anafilácticas, etc.). La calidad de la producción no es un aspecto a pasar por alto, de ella depende la eficacia de la formulación. Antes de comprar un producto, por tanto, es mejor leer detenidamente la etiqueta. Este debe contener el título, es decir, el porcentaje de principios activos (galangina y pinocembrina) que contiene el producto.