También conocida como retinol, junto con E y en C, completa el "trío" de las vitaminas antioxidantes más importantes. Necesaria para el crecimiento, mantiene sanas las mucosas y la piel, ayuda a la vista y al oído, aumenta la resistencia a las infecciones especialmente del aparato respiratorio, favorece la actividad sexual y procreadora. En dosis altas, del orden por ejemplo de 150.000 I.U. al día durante un año, podría causar algunas molestias que, sin embargo, desaparecen al dejar de consumirlo. Betacaroteno. Es una provitamina; ingerido, se transforma en vitamina A en la única cantidad necesaria para el organismo, evitando así sobrecargas; también tiene otras propiedades antioxidantes que no están presentes en el retinol. Desafortunadamente, en casos de diabetes y un hígado "malo", el cuerpo es incapaz de transformarlo. El requerimiento diario varía según algunas condiciones como el tamaño corporal, la tasa de crecimiento, el ejercicio físico y el embarazo. Las vitaminas A y D se almacenan en el hígado, mientras que la mayoría de las vitaminas solubles en agua deben ingerirse constantemente porque no existen sistemas de almacenamiento en el cuerpo.