Equinácea
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Equinácea
La equinácea pertenece al grupo de los inmunomoduladores. Hay nueve especies de equinácea, pero tres son las más comúnmente usadas por sus potenciales beneficios en la salud humana: purpurea, angustifolia y pallida. Recientes ensayos clínicos, sobre todo en la prevención y el tratamiento de enfermedades infecciosas virales simples, han demostrado la eficacia de la equinácea como planta inmunomoduladora capaz de disminuir la gravedad y duración de los síntomas del resfriado común, constituyéndose como una alternativa real en el tratamiento complementario de este tipo de infecciones, con la gran ventaja de su excelente tolerancia. Los nativos americanos fueron los primeros en utilizar la equinácea con fines curativos. Por vía tópica la aplicaban para el tratamiento de heridas, picaduras de insectos y mordedura de serpiente. En aplicación sistémica, para el tratamiento del dolor, molestias de estómago, resfriados, sarampión y gonorrea. Sus principales componentes son polisacáridos heterogéneos y glucoproteínas (4-O-metil-glucuronil-arabinoxilosanos, arabinoramnogalactanos), ácidos fenólicos libres (ácido cafeíco, achicórico, ferúlico, clorogénico), ésteres del ácido cafeíco (equinacósido y verbascósido), flavonoides (rutina, quercitrina, kenferol), alcaloides pirrolizidínicos (tusilagina e isotusilagina), poliínos e isobutilamidas. La equinácea para humanos está disponible en cápsulas o en líquido para consumo por vía oral. También existe en forma de ungüento para aplicar sobre la piel. Por lo general, se recomienda un promedio de tres gramos al día de la planta o de su raíz. Las sustancias activas de la equinácea incluyen derivados del ácido cafeico, considerado un potente antioxidante y alquilamidas que contribuyen a fortalecer las defensas.La equinácea también se emplea en forma tópica para favorecer la curación de heridas, así como cuando se necesita reducir la inflamación.
¿Qué beneficios tiene la equinácea?
La equinácea es de gran utilidad cuando buscamos fortalecer las defensas de nuestros pacientes, ya que reporta un buen número de ventajas a las defensas. Puede tomarse como tratamiento preventivo o para tratar los primeros síntomas, y sus efectos son los siguientes:
- Estimula la fagocitosis: La equinácea activa la producción de células macrófagas, lo que permite al organismo eliminar bacterias y virus para evitar desarrollar enfermedades.
- Aumenta la producción de linfocitos: Una de las propiedades más reconocidas de la equinácea es la capacidad de aumentar el número de linfocitos que protegen el cuerpo de infecciones.
- Reduce la inflamación: Impide la síntesis de prostaglandinas y leucotrienos, bloqueando la acción de bacterias y virus con un aumento de leucocitos.
- Hace frente a los virus: Se ha demostrado que su tratamiento es eficaz contra virus como el rinovirus, el adenovirus tipo 3 y tipo 11, el virus de la gripe, y el virus herpes simple del tipo 1.
- Tiene efectos cicatrizantes: Cuenta con propiedades antifúngicas y antibacterianas que ayudan a regenerar la piel y mejorar la cicatrización o reducir la aparición de eccemas.
Todo esto se suma a otros beneficios como el tratamiento del acné leve o las heridas superficiales de manera tópica. En definitiva, si quieres darle a tus pacientes consejos de salud para el invierno, uno de ellos debería ser prevenir los catarros y otras enfermedades con equinácea.
Resfriados: Los preparados de equinácea acortan la duración y la severidad de los síntomas del
resfriado, de la gripe y de la sinusitis. En caso de faringitis o amigdalitis, realiza gargarismos en la
infusión de esta planta tres veces al día.
Dolor de oídos: La infusión que combina equinácea, y romero a partes iguales –una cucharadita
de la mezcla por vaso de agua-, y a la que se añade el zumo de dos limones, calma el dolor de las
otitis. Muy útil en personas propensas, ya que previene nuevas apariciones.
Infecciones crónicas: Para hacer frente a una afección crónica (herpes, sida, hepatitis, etc.) o a
una infección recurrente (hongos vaginales, cistitis, aftas bucales, etc.) toma de dos a cuadro
cápsulas de equinácea de 350-400 g. al día durante dos meses.
Hongos en los pies: La tintura de quinácea es un antifúngico de primer orden. Aplícala
directamente sobre la zona afectada.
Piel: Las pomadas cicatrizantes a base de equinácea reducen las inflamaciones de la piel
(dermatitis, urticaria, eccemas, etc.) y aceleran la cicatrización de las quemaduras. Debido a su
capacidad para regenerar los tejidos, la equinácea es el activo de un considerable número de
cremas faciales y corporales. Otra forma de aprovechar sus virtudes es aplicar sobre la zona
afectada una compresa embebida en la infusión de la planta.
Tendinitis: Por su acción antiinflamatoria, la infusión de equinácea ayuda a curar una tendinitis.
Enjuague bucal: La tintura diluída de equinácea (alrededor de 30 gotas disueltas en medio vaso
de agua previamente hervida), actúa como un potente bactericida que rebaja la inflamación de las
encías y ayuda a cicatrizar las llagas de la boca. Este mismo remedio, aplicado sobre la piel,
sirve para curar los granos del acné y acelerar la cicatrización del herpes labial y de los
orzuelos.
Desintoxicante: Como todas las plantas de sabor amargo, la equinácea es una de los remedios
que más se prescriben en las curas de desintoxicación natural. Este propiedad, sumada a su
potente acción antiinflamatoria, la hace muy útil en caso de artritis reumatoide.
Cuando se toma por vía oral
Es probable que la equinácea sea segura para la mayoría de las personas a corto plazo. Se han utilizado varios productos de equinácea de forma segura hasta por 10 días. Algunos productos, como Echinaforce (A. Vogel Bioforce AG), se han utilizado de forma segura hasta por 6 meses. La equinácea está disponible en muchos tipos diferentes de productos, incluidos suplementos, líquidos, cremas, enjuagues bucales y aerosoles para la garganta. Las dosis varían ampliamente según el tipo de producto utilizado. Hable con un proveedor de atención médica para averiguar qué tipo de producto y dosis podrían ser los mejores para una condición específica.
Cuando se aplica sobre la piel la equinácea
La equinácea es posiblemente segura cuando se usa a corto plazo. Se ha utilizado de forma segura una crema (Linola Plus Cream) que contiene equinácea durante un máximo de 12 semanas. La aplicación de equinácea en la piel puede causar enrojecimiento, picazón o sarpullido.
Contraindicaciones equinácea
Hipersensibilidad conocida a las especies de equinácea, a sus principios activos, o a plantas de la familia de las Compuestas. Los efectos secundarios más comunes son dolor de estómago, estreñimiento, diarrea, acidez, vómitos y sarpullido. Pueden ocurrir reacciones alérgicas en algunas personas, especialmente en personas alérgicas a la ambrosía, los crisantemos, las caléndulas o las margaritas.
¿La equinácea interacciona con otros medicamentos?
Sí, la equinácea puede interactuar con algunos medicamentos, incluidos anticoagulantes, medicamentos inmunosupresores y ciertos medicamentos para el cáncer. Por lo tanto, es importante hablar con un médico antes de tomar equinácea si se está tomando algún otro medicamento.
La información relativa a medicinales, plantas medicinales y suplementos se extrae de libros de fitoterapia y material informativo de las empresas fabricantes y no pretende sustituir el consejo médico. Las aplicaciones comunicadas no tienen en ningún caso carácter prescriptivo ni terapéutico.