Puede contribuir a la eliminación de toxinas y aumentar la eficiencia y funcionalidad de estos órganos, tal y como informa la literatura científica. A nivel renal puede hacer un aporte importante en la prevención y eliminación de cálculos. Gracias a sus propiedades antifúngicas y antibacterianas actúa como desinfectante del tracto urinario.

Su acción antiséptica convierte a la nuez moscada en un aliado natural para eliminar impurezas y combatir el acné. Mezclar con agua y miel para inflamación e irritación. Nunca utilices aceite puro: combínalo siempre con otros aceites específicos para el tratamiento de la piel enrojecida o dañada. Una gota de nuez moscada en el champú también purifica y fortalece el cabello, que lucirá más brillante y saludable.

Si se añade a una taza de leche caliente o a una infusión antes de acostarse (prestando siempre atención a las cantidades), la nuez moscada favorece la relajación y previene el insomnio. Esta capacidad se debe al magnesio, un mineral útil para reducir la tensión en el sistema nervioso y estimular la liberación de serotonina. El cerebro transforma esta hormona en melatonina para promover un buen sueño.

Eso parece, al menos según algunos estudios. De hecho, los expertos están trabajando para consolidar los datos obtenidos al respecto: ciertos compuestos presentes en la especia y su aceite esencial pueden inducir la muerte (apoptosis) de las células leucémicas, bloqueando así su propagación.

Gracias a las propiedades del potasio, un vasodilatador que tiene una función tónica sobre el sistema cardiovascular. Relaja las paredes de los vasos sanguíneos y por tanto permite un mayor flujo de sangre.

El calcio también se encuentra en la nuez moscada, un elemento precioso para la reparación del sistema esquelético, que puede aliviar los síntomas de la osteoporosis.