Es muy útil complementar la dieta con un mineral muy importante: el magnesio. Los huesos, de hecho, no se componen sólo de calcio, sino también de magnesio y proteínas. Antagonista del calcio, el magnesio es anti-inflamatorio y detensivo. Tambien el azufre es eficaz contra los problemas de las articulaciones. La Boswellia serrata es un anti-artrítico y antialérgico muy eficaz contra el dolor. Por último, tanto el aceite de perilla, rico en ácido alfa-linolénico como el aceite de grosella negra son dos moduladores de la inflamación.

Esta es la razón por la que el aceite de pescado combate la artritis reumatoide. El ácido docosahexaenoico (DHA) es convertido por el organismo en resolvina D2, que en algunos estudios in vitro ha demostrado ser capaz de inhibir la unión de los leucocitos con el endotelio, proceso característico de muchas enfermedades inflamatorias

El consumo de aceite de pescado tiene un efecto beneficioso en pacientes con artritis reumatoide, pero hasta ahora los mecanismos bioquímicos que subyacen a este mecanismo siguen siendo poco conocidos. Un artículo publicado ahora en la revista "Nature" por un grupo de investigadores de Queen Mary, la Universidad de Londres y la Escuela de Medicina de Harvard describe cómo el cuerpo convierte un ingrediente del aceite de pescado, el ácido docosahexaenoico (DHA), en otro compuesto químico llamado resolvina D2 y cómo este último es capaz de reducir el estado inflamatorio que caracteriza a la artritis reumatoide, así como otras patologías similares. La artritis, como muchas otras enfermedades, tiene un origen autoinmune. Esto significa que los tejidos sanos son atacados por el propio sistema inmunitario del organismo, que en condiciones normales debería dirigir su acción contra las infecciones. Estudios previos han demostrado que un paso crucial en el proceso involucra a los glóbulos blancos, o leucocitos, que se unen a la capa interna de los vasos sanguíneos, conocida como endotelio. A partir de algunos estudios de laboratorio se descubrió posteriormente que en presencia de la resolvina D2, las células endoteliales producen pequeñas cantidades de óxido nítrico, que actúa como una señal química que inhibe la unión con los leucocitos, previniendo la inflamación. Por lo tanto, esta última investigación ha permitido encontrar el "eslabón perdido" capaz de explicar la correlación de este efecto con la dieta. "Esta investigación es importante porque explica al menos una de las formas en que el aceite de pescado puede ayudar a diferentes tipos de artritis. También abre la posibilidad de seguir estudiando el compuesto para ver si solo puede tratar o incluso prevenir este tipo de patologías”, comentó Mauro Perretti, profesor de inmunofarmacología en Queen Mary, quien lideró la parte británica de la investigación.

Casi todos los adultos mayores de 50 años padecen una forma más o menos grave de artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que puede resultar extremadamente incapacitante. Se caracteriza por dolor, hinchazón y deformaciones en las articulaciones y, según la medicina oficial, no tiene cura. Normalmente los médicos llenan a los pobres con analgésicos, que tienen efectos dramáticos sobre la salud pero sobre todo una eficacia que tiende a disminuir con el uso. Lo único que funciona, de manera extremadamente efectiva, es la dieta cetogénica, mejor aún si se combina con el ayuno intermitente porque cuanto mayor sea la producción de cetonas, mejores serán los beneficios para esta condición. La dieta y el estilo de vida pueden prevenir o curar los problemas de salud de la mayoría de las personas, si así lo desea.