De sus propiedades analgésicas se puede decir que en el pasado se usaba para los dolores de ciática, con excelentes resultados, también se puede deducir si los atributos tienen propiedades antiinflamatorias. Su máximo efecto se consigue cuando se utiliza la planta fresca. En uso externo su acción es rubefaciente (ayuda a aliviar los dolores osteomusculares) pues se suele utilizar en caso de dolores artríticos, ciática, etc. Poco se sabe de la composición de Rompepiedras, sabiendo que contiene una esencia sulfurosa a la que se le atribuyen propiedades aperitivas, tónicas estomacales y diuréticas. ambién contiene otra sustancia llamada lepidina la cual debe tener sus propiedades antifúngicas, la cual ayuda a combatir el crecimiento de los estranguladores para evitar infecciones comunes. Además, mejora la acción sobre el metabolismo del páncreas (lo que lo hace útil en caso de diabetes mellitus).

Sin embargo, por su propiedad fundamental, comprobada en pocos libros, es su capacidad de disolución de los cálculos de las vías urinarias. Sin duda, toda su composición no justifica esta interesante particularidad, pero se trata de un hecho probado experimentalmente por diferentes fitoterapeutas, de los que tiene siglos. De estas experiencias se deduce que es sobre todo activo en los cálculos de oxalato de calcio. En ningún caso ha producido efectos no deseados. ambién se ha utilizado en el caso de leishmaniasis, digestiones lentas y pesadas, pero a todos nos lo recomendamos en casos de litiasis renal, tanto para disolver el cálculo (sobre todo oxalato), como para su tratamiento preventivo y para evitar la formación de estos cálculos. Finalmente, además de tener la capacidad de disolverlos, la Rompepiedras también es diurético por lo que forzará la diuresis, dificultando con ello cualquier tipo de depósito o precipitación a nivel renal.

También es útil para personas con problemas de vértigo, ya que el olor interno es otra de las zonas donde el  calcio suele formar concreciones. Existen patologías, como la otoesclerosis o la otopetrosis, a partir de las cuales en el interior del sistema del vestíbulo y de los canales semicirculares del líquido interno se forman pequeñas concreciones calcáreas que dificultan la normal circulación de la endolinfa. Si estos canales semicirculares encuentran un obstáculo, como pueden ser estas concreciones calcificadas, la endolinfa no se redistribuye bien y se da una información errónea al cerebro. Otra de las peculiaridades del Lepidium es su acción contra la leishmaniasis, una enfermedad parasitaria originaria de ciertas zonas de España, transmitida al ser humano por los mosquitos y que afecta al higado, bazo y mucosas.