El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que impide a los afectados interactuar adecuadamente con las personas y con el medio ambiente. El trastorno se manifiesta con una amplia gama y niveles de gravedad, de hecho en este sentido es muy apropiado hablar de espectro. Este concepto es muy importante ya que el espectro es un continuo de variabilidad, por lo que introduce en él una configuración infinita de autismos. Sin embargo, se mantienen algunas tipicidades, todos los afectados presentan dificultades típicas en tres áreas, la llamada "tríada autista"

1) Alteración y deterioro de la calidad de la interacción social.

2 ) Alteración y menoscabo de la calidad de la comunicación.

3 ) Patrones de comportamiento e intereses restringidos, estereotipados y repetitivos.

La interacción social es el comportamiento mediante el cual las personas actúan o intercambian estímulos entre sí. Puede referirse a la parte verbal como peticiones, comportamientos no verbales como saludos o muchos otros gestos que normalmente se emiten en la rutina diaria. Esta es una de las áreas más afectadas en el autismo (TEA, trastorno del síndrome de autismo)

Por comunicación entendemos el intercambio de información entre dos sujetos, la comunicación puede ser verbal y no verbal, como en los ejemplos mencionados anteriormente. Los sujetos que se comunican son el emisor u hablante y el receptor u oyente. En el autismo, la comunicación puede verse afectada tanto en la parte oyente/receptor como en la parte emisor/hablante. En la especie humana, un componente fundamental de la comunicación es el lenguaje (es decir, la comunicación vocal), sin embargo, el comportamiento verbal también incluye formas de comunicación no vocales, como el lenguaje de señas o de imágenes. En ASD, el lenguaje puede ocurrir con el desarrollo normal o puede no desarrollarse en absoluto, puede retrasarse en el desarrollo o puede ser estereotipado.

Esta es una parte de la tríada que reúne muchos comportamientos. Esta área incluye un interés limitado por los estímulos circundantes pero también rituales no funcionales (la repetición de una serie de comportamientos siempre en la misma secuencia). Los comportamientos estereotipados pueden ser variados, desde comportamientos motores, como aplaudir o mover las manos, hasta vocales, como la repetición continua de una misma sílaba, palabra o frase. Muchas veces este tercer ámbito es el más evidente a ojos de la sociedad que estigmatiza estas conductas.

En este artículo hemos omitido deliberadamente los criterios diagnósticos según los distintos manuales como el DSM V o el ICD 10 que se vuelven muy rígidos y reduccionistas frente a la inmensidad de este trastorno.