Auricularia consigue liberar hasta los intestinos más bloqueados por el estreñimiento crónico. La adenosina restablece el peristaltismo intestinal, el movimiento necesario para una correcta evacuación. Pero no solo eso, pues la adenosina elimina la ansiedad, que al somatizarse en el intestino, suele provocar estreñimiento y colitis.

La adenosina es un excelente vasodilatador, que aumenta la cantidad de sangre filtrada por los riñones (TFG) y protege las paredes de las arterias renales, facilitando las funciones de estos preciados órganos. Por ello Auricularia está indicada en la prevención, pero también en el tratamiento de patologías renales, incluso graves, como la glomeruloesclerosis focal y segmentaria (GFSF) y la insuficiencia renal crónica, en las que su aportación permite además recuperar parte de la funcionalidad perdida en los años. La adenosina también es de gran ayuda en los cólicos renales, porque ejerce un efecto analgésico tipo buscopan, que relaja los músculos del uréter y en ocasiones permite el paso del cálculo a la vejiga y su liberación, solucionando el problema.

El hongo es útil en la prevención y tratamiento de enfermedades circulatorias porque la adenosina, al dilatar los vasos, garantiza un abundante suministro de sangre, oxígeno y nutrición a los tejidos. Esta acción es especialmente valiosa para el corazón: la vasodilatación de las arterias coronarias, de hecho, asegura un suministro constante de oxígeno al músculo cardíaco, que está así bien protegido de la hipoxia (falta de oxígeno), responsable de muchas enfermedades cardíacas y también de 'infarto de miocardio.