Falta de Mielina
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Deficiencia de mielina
La deficiencia de mielina, la materia grasa que recubre las células nerviosas, es la causa de enfermedades como la esclerosis múltiple, las leucodistrofias y las encefalomielitis , entre otras. Una enfermedad desmielinizante es cualquier afección que lesiona la cubierta protectora (vaina de mielina) que rodea las fibras nerviosas del cerebro, los nervios que conducen a los ojos (nervios ópticos) y la médula espinal. Cuando la vaina de mielina se daña, los impulsos nerviosos se ralentizan o incluso se detienen, y causan problemas neurológicos. Las enfermedades desmielinizantes son aquellas en las que el proceso patogénico principal está dirigido contra la mielina normal. Produciéndose una inflamación y/o destrucción selectiva de la mielina. Es importante destacar que el origen de las vainas de mielina que envuelven los axones, provienen de distintos tipos de células gliales según se localicen en el sistema nervioso central (s.N.C) o periférico (s.N.P). • en el s.N.C las vainas de mielina son formadas por los oligodendrocitos. Cada oligodendrocito puede envolver varios axones de distintas neuronas. • en el s.N.P, las vainas de mielina son formadas por las células de schwann. Cada célula de schwann envuelve a un único axón. Las enfermedades que se van a estudiar dentro del grupo de enfermedades desmielinizantes, son las siguientes:
1. Esclerosis múltiple
2. Encefalitis desmielinizante aguda
3. Leucoencefalitis multifocal progresiva, relacionada con el sida
4. Síndrome de guillain-barré
5. Polineuropatia desmielinizante crónica
A veces, los trastornos desmielinizantes primarios se desarrollan después de una infección vírica o después de la vacunación contra una infección vírica. Una explicación posible consiste en que el virus u otra sustancia desencadenan un ataque del sistema inmunológico contra los tejidos del propio organismo (reacción autoinmunitaria). La reacción autoinmunitaria provoca una inflamación, que daña la vaina de mielina y la fibra nerviosa que hay en su interior. La esclerosis múltiple es la causa más frecuente del trastorno desmielinizante primario.
En el sistema nervioso central (SNC), la mielina está formada por una membrana plasmática de células conocidas como oligodendrocitos, mientras que en el sistema nervioso periférico (SNP) está constituida por otras llamadas células de Schwann. En ambos casos, la membrana mielínica se enrolla y se hace compacta alrededor de las fibras nerviosas, lo que da lugar a una estructura multilaminar y segmentaria, es decir, cada segmento de mielina está formado por un oligodendorcito o una célula de Schwann. La mielina facilita la transmisión de los impulsos nerviosos en los axones de las neuronas. La composición bioquímica de la mielina es ligeramente diferente en el SNC y SNP, por lo que, si bien hay procesos inflamatorios o errores congénitos del metabolismo que pueden afectar a ambas, hay otras que afectan de modo selectivo. Algunos autores definen que cualquier enfermedad que afecta de forma preferente a la sustancia blanca (fibras nerviosas) del SNC puede incluirse entre las enfermedades desmielinizantes, con lo que el listado es enorme. Sin embargo, la mayoría de los trastornos desmielinizantes se describen mejor por su etiología. Aun así, en la práctica cotidiana, el término «enfermedad desmielinizante» se suele reservar para la esclerosis múltiple (EM) por ser la más frecuente y representativa de este grupo de trastornos.
Mecanismo de la desmielinización
El proceso de desmielinización se inicia por una infección viral o por la entrada de otro antígeno, por ahora desconocido. Una vez en la sangre, el antígeno es neutralizado por un macrófago que digiere sus proteínas antigénicas. Los productos de digestión de éste, son llevados a la superficie del macrófago, en la que forman los llamados «complejos principales de histocompatibilidad» (MHC). Esta formación puede ser reconocida por algunas células T portadoras de un receptor adecuado (estas células se denominan TH1). La activación de las células TH1 ocasiona su proliferación y la expresión de nuevos receptores de adhesión con los que se pueden adherir a las células del endotelio de la pared vascular. Una vez adheridas, las células TH1 excretan distintas proteínas que facilitan su migración al tejido nervioso por extravasación.
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